En un lugar de La Mancha Bruselas, de cuyo nombre no me quiero acordar,… mentira, la Casa del CD, habitan 7 personajes que resultan ser el Comité Directeur de AEGEE Europa.
Una de las ventajas de ser socio de AEGEE es que la casa del CD está abierta para todos, así que decidimos embarcarnos en un viaje para pasar unos días allí, visitar las instituciones europeas y conocer el encanto de Bruselas y alrededores. Los elegidos fuimos Alberto, Elisa, Fran, Javi, Miguel, Sandra, Virginia, Álvaro y Sora. Para unos era la primera vez que íbamos, otros ya habían estado allí más de una vez.
Todo viaje empieza (quitando la decisión de realizar el viaje y los preparativos previos) desde un punto de partida, el nuestro, el Aeropuerto de Alicante. Hay gente que le gusta apurar hasta el último minuto (eh Fran? ;-)), así que desde antes de despegar, ya estábamos sufriendo porque el equipo no estaba al completo.
A lo que iba, el avión aterrizaba en Charleroi, más o menos a 30-40 minutos de Bruselas city, Miguel, que ya estaba allí en Bruselas, vino a recogernos con un taxi para 9 personas.
¿Y qué es lo más típico de Bélgica a parte de la cerveza? ¡El chocolate! ¡Nada más entrar a Bruselas una chica repartiendo chocolate en un semáforo! ¡Y gratis! ¡Nos encanta Bruselas!
Después de 30-40 minutos de viaje, mucho tráfico, gente conduciendo como loca (nuestro taxista incluido), tranvías por medio, coches por medio de tranvías,… llegamos a nuestro destino, la Casa del CD.
¿Qué podría decir de la casa del CD? No es la casa más moderna con la que te puedas topar, pero es acogedora y se respira el buen rollo y una atmósfera internacional nada mas pisar el primer escalón. Tras muchas presentaciones, nos vamos corriendo a nuestro primer destino en Bruselas, el Parlamento Europeo, al que si alguna vez vais, hay que ir con al menos una hora de antelación si queréis tener plaza en la visita guiada. Nosotros llegamos a las 2pm-ish y nos llevamos los últimos pases (fiuu… por poco) La visita empezaba a las 3, así que para hacer tiempo nos sacamos algunas fotos.
La visita al Parlamento Europeo dura más o menos una hora, te proporcionan un aparato interactivo que te explica qué es el Parlamento, su historia, qué funciones tiene, etc. Nos llevaron a la planta cuarta, que es por donde se accede a las gradas. Desde ahí vimos el centro de los negocios, el corazón del parlamento, el lugar donde los parlamentarios europeos discuten (y la máxima aspiración de los traductores).
Tras la visita al Parlamento Europeo, fuimos hacia el Museo del Parlamento Europeo, un museo muy interesante, dinámico y muy didáctico, también te daban un aparato interactivo en el que te explicaba cada detalle de las distintas exposiciones.
Algo cansados por el madrugón, el vuelo y sin poder parar para comer tranquilamente, fuimos a Place Jourdan, lugar donde van muchos de los eurofuncionarios a comer porque está a un paso de la Comisión y el Council of Europe, ahí nos tomarnos nuestra primera cerveza del viaje en el pub de enfrente. Lo bueno de este sitio era que podías llevarte la comida y luego ahí pedir la bebida.
Por cierto, comentar que la lluvia en Bruselas es un tanto atípica, llueve 5 minutos, para, sale el sol, vuelven otra vez las nubes, vuelve a llover otros 5 minutos, y así durante todo el día.
Y este fue el final de nuestro primer día, después de cenar, fuimos a comprar la comida para los siguientes días y volvimos a la Casa del CD para estar con sus habitantes y conocernos.